martes, 25 de diciembre de 2018

Ángel ||

Era un ángel por donde se lo mire. Rubio con un pelo dorado brilloso cual anillo de oro, con ojos que se rompían de lo cristalinos que eran, una piel blanca similar a la porcelana fría, un cuerpo que podía hacerse pasar por una escultura tallada a mano, la voz llena de inocencia y tranquilidad. Como un ángel. Claramente había magia en él, hasta en su nombre, Tusán. Como el mago. A la hora de ser atendido, más que un mago o un ángel, parecía ser un rey. Tenía todo a su disposición, lo merecía, dicen. Era un victorioso, conseguía siempre lo que quería. ¡Era tantas cosas! Pero no, realmente, era un ángel, un genuino ángel. Bah, no sé si genuino. No sabía volar. ¿Todos los ángeles vuelan? Igual... los angeles no nacen sabiendo volar, aprenden. Y qué iba aprender Tusán si le abundaban los recursos para vivir sin volar. Pobre Tusán, no conoce lo mejor de los ángeles. No conoce el vuelo. ¿Quién quiere ser un ángel si no es para volar? Pobre Tusán, había algo que él nunca tendría. Quizás, en su ignorancia tampoco querría. Él nunca tendría las alas que había tenido el ángel vecino, esas que Mac había cortado, pero ya estaban intentando crecer de nuevo. Mac, desde que cortó las alas del ángel, no se dedicó más a ellas, pero no dejó de ocuparse de los ángeles, ahora ayudaba a Tusán, era el encargado de atenderlo como a un rey, o a un mago, o a un ángel. Tusán era la mejor publicidad para Mac, pero interiormente él sabía que no, que su ángel, para ser perfecto, debía volar. Mac intentó todo para que Tusán aprenda a volar. Todo. Incluso, quiso cocerle las alas del ángel vecino, esas que eran pomporosas, pero como era de esperarse, Tusán no pudo. Tusán no voló. Y nuevamente, Mac, se quedo con dos ángeles no voladores, el Ángel sin alas y Tusán sin vuelo.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

Eternidad agónica

Tal vez morir no sea tan malo y lo que duele es la muerte en vida. Morir debe ser sólo eso, dejar de estar. Dejar de estar, incluye dejar de sufrir y eso no resulta tan espantoso. Negativa vemos la muerte y peor es vivir muriendo. Vivir cuando tu existencia no encuentra sentido, cuando tus ganas se desvanecieron, cuando tu alma -realmente- murió. Vivir muriendo es sólo habitar un cuerpo del que hace tiempo te sentís ajeno. Es estar, queriendo escapar. Y aseguro, es preferible no habitar sitios inhabitables. Necesitamos saber exiliarnos, aunque el exilio sea la muerte. Morir es sólo no estar, es un momento, un instante. Vivir muriendo es agónico, es la eternidad. Es como caminar hacia la muerte, que nunca llega, deseando alcanzar la meta. Tal vez la muerte esté mal vista y la vida sobrevalorada.

lunes, 26 de noviembre de 2018

decrecer

Tan distinto a otra gente, para mi y mi percepción, un humano diferente. De los que van elevando, aunque creo que vos ibas volando. Quise volar con vos, pero en tu cielo no había espacio para mis alas, trate de buscar atajos...intentado en silencio y siempre desde abajo, pero nunca volteaste la vista, no encontraste razón, siempre miraste hacia arriba. Y yo, siempre estuve debajo porque es ahí a donde pertenezco, ahí es de donde vengo, y hoy, nuevamente, yo decrezco. Generé mi propio cielo para poder volar pero no dejó de ser, el mejor subsuelo donde puedo enloquecer. Supiste tener magia, pero no hacer milagros, y tus deseos por mi se tornaron algo magros. Apuntaste muy alto y yo siempre debajo, por que es ahí a donde pertenezco, ahí es de donde vengo y hoy, nuevamente, yo decrezco.

sábado, 24 de noviembre de 2018

Reciprocidad

Por mis venas corre más amor que sangre. Creo haber nacido para querer. Mi corazón late distinto, explota de cariño. Querer, me sale desde lo más profundo de mi cuerpo sin que yo lo fuerce ni un poco. Dar amor, para mi, es más facil que respirar. Tal vez, a mi no me entra más amor en el cuerpo porque no necesito espacios para recibir. Está repleto de amor para dar. Tal vez, mis poros se tapen de amor para dar, y es por eso que no quedan caminos por los cuales recibir. Tal vez sí nací para dar amor y no recibir. O solo es un consuelo a lo que no es mutuo. ¿Puede ser que jamás sea mutuo? Tal vez no quiero bien. O el resto no capte mi forma de querer. ¿Y si por destinar todo el cariño de mi cuerpo a los demás, no dejo un lugar de amor para mi? Tal vez tema que no sea mutuo ni siquiera conmigo misma, y eso, sería asumir que si ni siquiera es conmigo, nunca voy a conocer la reciprocidad. Es tan difícil como escribir esa palabra. Tal vez sea eso, un ser que explota de amor para dar y solo dar.

martes, 13 de noviembre de 2018

Mi alma desborda

Siento que si la felicidad fuese un objeto, yo la tendría en mis manos. Mi cuerpo está lleno de pequeños bichitos que constantemente me dan ganas de moverme, saltar, gritar, temblar. El lagrimal se vuelve un tsunami cuando en mi mente proyecto lo que estoy viviendo. Mis poros se abren para erizar mi piel, pero ni abriéndose al máximo puedo sacar lo que siento. Es mucho. Y es de todo. Me duele la cara de sonreír y los pulmones de respirar. Respirar profundo el aire más puro que respiré en el último tiempo. Pienso, hablo, soy felíz. Escribo, eso me hace más felíz. Siempre mi cuerpo fue una montaña rusa de emociones, pero en estos casos es un ascensor en el subsuelo, solo sube. Sube, como mis emociones, mis brazos al cielo, mi voz para gritar y mis ganas de seguir. Ni escribiendo un libro podría explicar lo que siento. Porque el lenguaje es limitado cuando la felicidad colapsa en el cuerpo. Porque las palabras sobran cuando lo que hay que decir desborda el alma.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Real y mágico

Cerré los ojos, me sentí plena.
Así, como cuando todo lo malo se reduce. Cuando le encontras solución al mundo y la existencia cobra sentido.
Real y mágico.
Me sentí cerca y a la vez lejos, allá, tocando el cielo.
Duró tres segundos y pareció eterno, aunque nunca es suficiente.
El tiempo se paró. El mundo se paró. Mis miedos se paran, mis inseguridades quedan nulas.
Aunque el tiempo se paró, también sentí que corría. Y corría muy rápido.
Así se siente, una montaña rusa de emociones.
No hay buenas palabras para describirlo, porque las palabras sobran cuando lo que hay que decir desborda el alma.
Así se sienten los abrazos, desbordan el alma.

viernes, 28 de septiembre de 2018

Vivir para uno(s)

Vivir para uno, no sé bien que es. O eso dicen los que creen saber.
Me dicen que "vivo para el resto", no les creo. Tal vez ellos no experimentaron lo lindo de ayudar. A veces ayudar le hace mejor al que ayuda que al ayudado. O así lo siento yo, que vivo para el resto, según el resto.
Dicen que hay gente que no logra nada sin ayuda, ¿y eso qué? si siempre hay quién te ayude.
También deberían decir que hay gente que sólo ayuda, ¿y eso qué? si siempre hay alguien que ayudar.
Que viva para mi, me dicen algunos, que ayude menos, me dicen otros.
Tal vez no entiendan lo que siento. Tal vez no, no lo hacen.
Que no poder ayudar a otro no es solo un fracaso, en mi cuerpo se siente como un duelo. Algo en mi muere. Se rompe. Se me hace añicos el alma. Algunas veces me rompo más que los que sufren. O todas.
En cambio poder, lograrlo, que te salga, resulta impagable. Aunque el otro no lo note, aunque "nada" te beneficie a vos, aunque quizás ni siquiera sientan que ayudaste, cuando das todo por hacerlo y las cosas salen bien, tocas el cielo.
El resto dice muchas cosas más. Que si eso siento ayudando siempre estoy con las manos en el cielo. Ja. Ojalá.
Ahí es cuando entiendo que no entienden. O no a mi, por lo menos.
No hay dimensión alguna que explique la cantidad de veces que paso por un duelo, la cantidad de veces que no logro ayudar a alguien que quiero. Y si las cosas resultan bien y yo no sumé nada, vuelvo a juntar los añicos de mi alma para en la proxima llevarlos hacia el cielo.
Y algunos todavía dicen que vivo para el resto.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Silencios

No hay peor silencio que el que aturde.
Silencios que te dejan sin voz de tanto gritar, silencios que te perforan los tímpanos, silencios que hacen ruido. Mucho ruido.
Son los silencios que se escuchan, se ven, se huelen, los que se sienten, se perciben.
Cuando son tus gritos los silenciosos, se te desgarran las cuerdas vocales de tanto esfuerzo, pero seguís en silencio, aunque estés gritando. Sí, aunque estés gritando.
Similar a la descripción de un sueño. Los sueños donde querés hablar y no te sale la voz.
Esos sueños, a veces, son la vida misma.

lunes, 13 de agosto de 2018

Bendita controversia

Los días de lluvia traen más controversia que mi propia psiquis.
Más traen, los lunes de lluvia, cuando manejas la energía de un nuevo arranque de semana y también la espera desganada del fin de semana próximo.
En los días de lluvia, el apuro se hace notar con énfasis, la tristeza se acentúa, a los que van tranquilos, se los ve disfrutar del agua, algunos otros, analizamos a todos éstos mientras no podemos idiotizarnos con el celular porque se nos empapa la pantalla.
En fin, los días de lluvia tienen de todo, como todos los días, pero más nítidos.
En los días de lluvia, hay personas que pisan un charco, se mojan las zapatillas y piensan en lo privilegiados que son por no convivir con el frío, como lo hacen las personas que viven en la calle. Cruzando de vereda, hay otra persona que camina debajo de los toldos teniendo paragüas en manos mientras quita el espacio a los que no tienen, sin importarle ni un poco el otro. Un metro a la derecha, está el que se corre de abajo del toldo sacrificandose a mojarse, para que, el que viene de frente, no tenga que hacerlo. Doblando la esquina, hay alguien dentro de un comercio que ni siquiera sabe que llueve. Dos cuadras más adentro, un chico duerme disfrutando el ruido de las gotas sin pensar en que quizás, el ruido lo hace el tanque de agua rebalsándose.
Algunos piensan en el otro, otros piensan en no mojarse ellos, pocos se sacrifican por cualquiera, algunos ni se enteran que llueve, otros lo disfrutan.
Yo, analizo.
Qué controversia los días de lluvia. O será la vida?

domingo, 29 de julio de 2018

Huracán

Fue el primer domingo donde adentro de casa se perdió la calma. La abundancia de viento en los domingos era casi tradición, pero adentro siempre estaba cálido.
Adentro de casa hoy no está cálido, aunque afuera te queme el sol.
Como hizo la calma, para afuera todos huirán, de las puertas para adentro, se atraviesa un huracán: Y se está llevando todo.
La casa no deja de dar vueltas, la ropa vuela y se destruye en pedazos tan diminutos como las uñas de un bebé, los televisores se caen pero no dejan de mostrar mujeres desfilando, la alacena se vacía en milésimas de segundos, la heladera se cae sobre mí como si tuviese la función de dejarme inmóvil. Las personas se fueron más temprano, no vivieron el huracán, ni se enteraron. Lo único humano que pude apreciar fue mi reflejo defectuoso en cada uno de los espejos, que, esos si, lejos de romperse se agrandaron mostrandome cada vez más, la desesperación que llevaban mis ojos, la soledad que cargaba mi alma y la inmovilidad de mi cuerpo para decidir algo, aunque yo solo veía una silueta que lejos estaba del agrado y una cara que rozaba la humillación.
Qué fuertes los que sobreviven a un huracán.

domingo, 17 de junio de 2018

Angel |

Podía ver en sus ojos que su esencia persistía, estaba ahí, escondida. Así son los ángeles, no pierden el fulgor.
Era un martes gris, con un clima que sucumbía los puntos más profundos de la depresión, si de personas inestables hablamos, pero para él no, para él, el dia tenía tanto color como un arcoiris, promovía la felicidad, despertaba una lluvia de emociones placenteras.
Claro, hoy él veía a Mac, quién podría ser mencionado como el estilista de sus alas, pero sería una explicación demasiado pobre y poco minuciosa sobre lo que significa Mac para él.
Basta con decir, que es Mac quien hace que sus alas queden pomporosas, grandes, blancas. También, es el autor intelectual de que él se destaque en lo que sea que haga. Porque así es, sus alas, no pasan desapercibidas en ningun lugar, ni siquiera, cuando el ángel tiene los hombros acalambrados de cargar el peso de ellas.
Podemos decir, que Mac es quien hace posible que sus alas crezcan, sean lindas, se destaquen y que él pueda volar.
Mac es su persona favorita. Él es un ángel y Mac su Dios.
Esperaba que sus alas estén estropeadas para ver venir a Mac. Lo hacía felíz.
En cuanto a Mac, era un gran ser que dejaba todo por las alas del ángel, mantener las alas era su único objetivo existencial. Aunque a veces, por ambicioso, por el deseo de conseguir que las alas queden llamativas, luminosas, pomporosas, excedía el peso que el angel podía, o estaba dispuesto, a cargar. Dificultaba su vuelo, sin tener un solo gramo de mala intención.
Esa tarde, ese martes, lluvioso y gris para los demás, colorido y feliz para el ángel, Mac iba a sacarle volumen de las alas. Eran las 16, tomó sus navajas y tijeras, y comenzó.
Habitualmente, era cauteloso, cuidadoso y delicado, su trabajo solía llevarle horas.
Ese martes, terminó su trabajo rondeando los 7 minutos, finalizando con un grito agónico que Mac parecía no oír.
Ese martes, pasó de ser colorido a lluvioso, de promover la felicidad, a rozar el gro, el punto más oscuro de la depresión.
Ese martes, Mac, su propio Dios, le había cortado las alas.

miércoles, 2 de mayo de 2018

Abejas o gente

Habitualmente, las abejas pican y mueren. Las que no lo hacen, sobreviven porque su abdomen es un poco más fuerte. Las que pican, y son sacadas por el humano, aunque este no quiera, mueren.
Lo que mata a las abejas no es picar, no es el humano, no es lo que lleve adentro, es el aguijón, el encargado de sacar para afuera sus deshechos y también, el mismo que las mata.
Las abejas son perseguidas aunque nada malo estén haciendo, por su antecedente.
Hay gente abeja.
Gente que pica, pero por dentro muere.
Gente que sobrevive, porque es un poco fuerte,
y lo que mata a la gente,
no es picar al otro,
ni siquiera es el otro,
no es lo que lleva dentro,
lo que mata a la gente,
es la manera de sacar lo de adentro.
Es su aguijón.
No persigamos gente abeja por su historia, busquemos quitar su aguijón sin que maten, ni mueran.

jueves, 26 de abril de 2018

Seres de luz

Irradia luz, pero adentro todo está apagado.
Contagia risa, pero adentro todo es llanto.
Facilita la vida ajena, pero adentro todo es complicado.
Para afuera es un arcoiris, aunque adentro la tormenta aún no haya pasado.
Para el resto es un sostén, aunque adentro todo se esté desmoronando.
Para los demás siempre saca la mejor versión, aunque adentro guarde la peor.
Los demás se llevan de él su mejor tesoro, y para él se deja sólo algún meteoro.
Meteoros, que le rompen el alma, le destruyen el ser, pero así, son los seres de luz. Aunque este roto, y haya diluvio de meteoros, siempre da de él, lo más parecido a un tesoro.
Por más seres de luz.

lunes, 9 de abril de 2018

El centro de la ciudad

No importa cuánto nos alejemos, al final siempre se ve el centro de la ciudad. No importa que tanto queramos evitarlo, siempre terminamos volviendo. Aunque nos desviemos, todas las calles terminan e inician en él. Aunque odiemos ir, tenemos todo lo que necesitamos allí. Y el centro de la ciudad, es para todos igual, no entiende de clases, géneros, edades o condiciones. Todo lo que busquemos, ahí estará. Ojalá entendieramos que cada persona es una ciudad y todo está en su centro. Aunque lo evitemos, todo inicia y termina dentro nuestro, en nuestro interior, en nuestro centro. ¡Ey! vayamos menos al centro de la ciudad y más a nuestro centro.

domingo, 8 de abril de 2018

11 ideal

¿mi 11 ideal? Tal vez son más.
Ojalá que tengas todo, o más, tal vez menos, pero tengas algo. 
Ojalá.
Primero, ojalá nos entendamos como lo hace la selección alemana entre sí, ¡ojo! que no sea sistemático.
Ojalá, tengamos la diversión de Brasil 2002.
Ojalá, tengas lujos como el Camp Nou y raíces como el potrero del barrio.
Ojalá, me lleves con vos a todos lados, como los niños a la pelota.
Ojalá, sepas resolver nuestros problemas al estilo Martín Palermo un mano a mano.
Ojalá, vayas contra cualquiera que me hiera, como Krupoviesa fue contra Montenegro.
Ojalá, me defiendas como Pagani lo hace con Riquelme.
Ojalá, te la juegues por mi ante las adversidades, como lo hizo Ponzio con hemorroides o Schiavi con apendicitis. Sino, como Maradona y su tobillo.
Ojalá, me seas fiel como Totti a la Roma.
Ojalá,  me dejes brillar como la MSN dejo brillar a Neymar.
Ojalá, me acaricies como lo hace Messi a la redonda.
Ojalá sueñes conmigo, como lo hago yo con la Libertadores.
Ojalá, tengas la creatividad de San Lorenzo a la hora de hacer canciones, o la esperanza de La Academia, o el pasado del Rojo.
Ojalá, sepas tener la sutileza y delicadeza del caño Roman - Yeppes o de la mano de d10s.
Ojalá me desees como Argentina al mundial.
Ojalá me motives, como Bianchi a sus 11.
Ojalá nunca te vayas, como lo hizo mi Boca Juniors.
Y si te vas, ojalá sepas volver, como River Plate.
Ojalá sea la última, tu último 10.
Ojalá, fuese para vos, lo que es Riquelme para el fútbol.
Ojalá, fueses para mi lo que es el fútbol para el mundo.
Ojalá me ames, como yo amo al fútbol.

sábado, 7 de abril de 2018

Cuando el sujeto está sujeto

Cuando el sujeto está sujeto, pierde la capacidad de reflexionar
Cuando el sujeto está sujeto, se vuelve acrítico
Cuando el sujeto está sujeto, se olvida de cuestionar
Cuando el sujeto está sujeto, pierde la objetividad.
Qué fácil se hace cuando el sujeto no sos vos
Qué difícil darse cuenta que se está sujeto
Cuando al de al lado algo lo sujeta, lo condiciona, se permite: señalar, juzgar y criticar, pero qué, ¿a mi nada me sujeta?
Hoy, ni el más libre, ni el más poderoso, escapa de esta realidad que es:
-> SER EL SUJETO QUE ESTÁ SUJETO <-
Hoy, todos están sujetos, algunos a tendencias, porque seguirlas es más fuerte que ellos, a estereotipos u órdenes sociales, a las reglas morales.
Quizás, algunos sujetos están sujetos, a su rol, el rol a cumplir en una familia, en un equipo, en una institución y hasta en una sociedad completa.
A los que más libres parecen ser, también los persigue algo, a varios los corre su historia, a otros, las relaciones de poder, y aún, cuando algunos parecen estar absueltos de esta condición, incluso en ese momento que nada parece salpicarlos, justo ahí, se le da lugar a lo que nos afecta a todos: principalmente, a lo que a mi más me gusta, y como gran Freudiana, no podía dejar pasar, EL INCONSCIENTE, ese que nos maneja, que no depende de nosotros, contra ese, todos somos derrotados.
También, lo hacemos con las leyes, aunque algunos las rompan.
Además, y por último, todos somos dependientes del lenguaje, del deseo de comunicar, de hablar, y no con el habla. Se habla con las enfermedades, con los gritos, los llantos, las reacciones, las fobias, las risas, e incluso, con el silencio. Por eso, todos hablamos, todos buscamos qué decir.
¡JA! y algunos cree(mos) ser libres, de hacer, de decidir, pero es así, estamos sujetados a lo establecido, y lo establecido es que “somos libres”.
Y cuando el sujeto está sujeto..

sábado, 3 de febrero de 2018

Enormemente minúsculos

A veces, te hace sentir capaz de cambiar el mundo, de mejorarlo, matarlo. Otras, te hace notar qué tan insignificante sos en él. Te hace verte tan enorme y simultáneamente tan minúsculo.
Nos hace sentir tan grandes cuando luchamos por un objetivo común, cuando destacamos en algo y tan pequeños cuando vemos la inmensidad de vida, del mar, la inmensidad del cielo.
Somos un detalle, pero somos millones de detalles. ¿En qué cambia?
Qué pensamiento egoísta (y algo ingenuo) el de creer que el mundo no sería mundo sin los humanos.
Qué pensamiento inocente el de creer que no somos capaces de hacer algo mejor por él por ser detalles.
Nos hace ver la importancia de hacer algo distinto para no ser un detalle y también pensar por qué hacerlo si no significa nada para el mundo.
Che, que controvertida la experiencia terrenal.

jueves, 25 de enero de 2018

Ayer soñé

Ayer soñé que se daba, que escuchaba sonar la chicharra y me daba el mismo placer que cuando la redonda rígida golpea la madera y se festeja con abrazos y mi índice señalándolo, dedicándoselo a él, que con su resposera roja, acompañado de una linda mujer y un buen mate, está siempre ahí. Está siempre y en todo. Está los días en los que trotar es la mejor opción para que no se congelen las piernas, los días en los que da miedo ver los altos árboles que bordean el sintético porque el viento los hace mover, también cuando la bendita lluvia es fuerte y no hay ningun techo en el que refugiarse, cuando se deslizan gotas que nacen en la sien sin que ni siquiera uno se tenga que mover, cuando es su cumpleaños, o el mío, cuando trabaja, y cuando no. Siempre está ahí. Siempre está ahí con ella, que lo sigue tanto como él a mi, sino también con el pibito de los faroles celestes, que de vez en cuando se pega una vueltita. Si es importante, acompañado de mis amigos, o sino, solo, pero ahí eh, siempre ahí. Con una botella fresca cuando los grados son muchos o un mate dulce cuando la presión en mi cuerpo es baja. Con indicaciones, recomendaciones, tal vez algunos retos, festejos y alientos. Ahí.
Él está ahí. Tan intacto como mis ganas de algún día, darle la mejor recompensa, la que él sueña, siente y vive, tanto como yo.
Ayer soñé que podía, soñé que esto no terminaba, y que en su próximo cumpleaños, mi regalo iba a ser ese.
Ayer soñé que todas las perdidas, se volvían experiencia y se reciclaban en aprendizaje.
Ayer soñé que me animaba, que no bajaba la cabeza (claro, como me enseño él).
Ayer soñé que todo lo que siempre salía mal, en esa tarde salía bien.
Ayer soñé que lo lograba.
Lo soñé ayer, y lo estoy soñando hoy, y también lo haré mañana.
Por mi, por él y por ellos, voy a seguir soñando.

martes, 23 de enero de 2018

Ahí viene Ramón

"Ahí viene Ramón, la alegría de mi alma
Ahí viene Ramón, con la risa en la mirada" se encargó de decir Kapanga en alguno de sus temas.
Yo, minúscula al lado de Kapanga (y al lado de Ramón también), voy encontra de su letra.
Con la alegría de mi alma y la risa en la mirada, hoy Ramón no viene, Ramón hoy se va. Se va de mí y se va de todos, pero se va solo por él.
Ramón, hoy, ya no está por llegar.
Ramón hoy se está por ir, se está por ir y lleva prisa.
Ramón se va con prisa a cumplir sus sueños.
Ramón se va para crecer y me hace crecer a mi.
Kapanga, ahí se va Ramón. Hasta siempre

sábado, 13 de enero de 2018

Tibieza

No pertenezco acá. No nací para vivir en éste mundo de tibios. Éste mundo donde la gente se niega a sentir, donde la gente pretende transmitir más por un whatsapp que por los ojos, donde se guardan el "orgullo" por no perder la ¿sagrada? dignidad, donde prefieren callar que arriesgar, donde no entienden que arriesgando también se puede ganar. Y perder, pero si se pierde ¿qué?
Un mundo donde todos callan lo que dice su corazón, donde reprimen lo que sienten, donde niegan lo que les pasa. Uno donde no se lucha por lo que se desea. Donde hay pocos revolucionarios del amor y muchos represores del corazón.
Un mundo donde faltan huevos y ovarios.
Donde hay tanto tibio dando vueltas, que algunos mortales todavía nos creemos de éste palo, porque la tibieza se contagia, pero a mi no, a mi la tibieza me molesta, porque prefiero perder que no arriesgar, porque prefiero ser directa que histeriquear, porque me voy a morir por intentar, y también, por fracasar.
Nunca, pero nunca, por tibieza

viernes, 12 de enero de 2018

mi mayor pasión

A veces pienso que tristes sus vidas, y otras, ¡qué tranquilas!
A veces pienso que no es posible que exista gente de esta categoría y otras, que son la mayoría
A veces pienso que odio su forma de vida y otras que siento envidia.
¿cómo es posible que la gente no tenga pasión?
Pasión de esa que invade la sangre, pasión de la que va más allá de lo concreto, pasión de esa que no se puede tocar, pero se ve en cada acto. Pasión por un club, por un deporte, por un arte, por un ídolo, o simplemente, por la vida, por el triunfo, por la derrota, por el mundo. Pasión por la pasión. La pasión es sentir, es que nada de lo mismo, que todo tenga un amor propio detrás. La pasión es darle emociones a los hechos. Es vivir una alegría chiquita como si ganaramos un mundial y vivir un conflicto como un drama de novela. La pasión es la vida o por lo menos la mia. Todo me apasiona y mi mayor pasión, es la pasión. ❤

simplemente soy

Y hoy te veo en todos lados
en los rincones aislados
recuerdo tu risa y los vinos
también tus besos y algunos mimos,
en cada lugar al que voy.
¡quizás por eso te extraño!
por que con vos simplemente soy.

Incomprendida

Una adolescente por fuera, una adulta por dentro y una niña en lo más profundo. Ahí, es donde va todo lo que nos pasa, a lo más profundo de nosotros.
Qué básicos nos creen los adultos cuando los adolescentes nos sentimos mal. Cuando se cree que lo único que podemos sufrir es un desamor, una amistad rota que mañana sana, bajas notas en la escuela o un partido perdido. Que básicos nos creen y qué básicos se tornan ellos pensando así. Pareciese que no han tenido 16 años, que se olvidaron lo que se puede sufrir, lo que se puede vivir. Se olvidaron que podes sentir tanto como un adulto, que podes sufrir tanto como un adulto, o ser tan feliz como un adulto.
Los sentimientos no entienden de edad, y los adolescentes entendemos eso, los adultos no. Se destaca la "adultez" de algunos jóvenes, cuando esos no estan siendo adultos, sino que estan evolucionando. Confundimos el ser adultos y el elevarnos.
La evolución no esta en ser adulto, esta en elevarse.
La adultez es solo un ciclo más de la vida y uno puede estar elevado siendo un niño, un adulto, un anciano o un animal. Así mismo, no elevarse siendo el que más años posea. La evolucion y elevación no comprende edades, comprende mentes.
Niños, adolescentes, adultos, ancianos, elevencé más, esten un paso más arriba sin importar la edad. La etapa de la vida en la que estén, no marca la evolución. -Elevarse-.

sin próximo

Nacemos, crecemos y morimos, esperando lo próximo. Esperando el próximo lunes, esperando el próximo mes, el próximo año, y ¿hasta cuándo el próximo? Un día no habrá más próximos, ¿y ahí? Dale. Empezá a ver que podes hacer hoy, cambia el mundo. Levantante, movete. Lo mejor nunca está por venir, porque la vida no viene. Hay que ir a ella, hay que buscar lo mejor. Entonces, ¿por qué seguís esperando? y ¿qué esperas? Corre a buscar tus sueños, soña en grande y de verdad. Convencete de que podes, de que vos lo vas a lograr. Fracasá, reíte, aprendé y seguí intentando. Cambia de opinión. Cambia de corte de pelo, cambia de ropa. Cambia de gustos. Usa lo que te guste, no te preocupes por como te ves, si al final dice mucho más lo que haces. No tengas vergüenza, conocé, habla, salta, baila, reí. Se felíz. Llora, grita, no te guardes nada, decilo todo, porque así se maneja este mundo, hablando. Hablando con los ojos, con las manos, con la boca, con el cuerpo entero. Demostrá, decile a tu gente cuanto los querés, quizás mañana no podes. Amá, y hacelo con todas tus fuerzas. Da todo por lo que queres, lucha por lo que soñas. No pierdas tiempo, invertilo. ¿Si todo lo intentas hoy, y todo se te da? ¿Si esperas a mañana y ya no hay posibilidad? ¿Y si mañana no estás? Agradecé. Estás acá, con vida. Y con vida, te estas olvidando de (v i v i r)

jueves, 11 de enero de 2018

En deuda libre

Así es como me siento, en deuda con vos. En deuda, porque me enseñaste todo, porque me hiciste conocer emociones que no sabía que habitaban en mi cuerpo. Me enseñaste a confiar ciegamente en vos. A amar y a hacerlo incondicionalmente. A dar todo. Me enseñaste a seguir luchando por vos, aún cuando no sabía que primero tenía que luchar por mí. A no ser egoísta, por que a vos, te ofrecía el mundo. Me enseñaste y mostraste tantas cosas de mí misma que no hubiese conocido de otra forma. Me hiciste conocerme, explorarme. Me hiciste odiarme y también quererme. Y claro, no todo es color de rosas. Y con vos, casi nada lo fue. Aprendí también que te puede fallar hasta el más cercano, y me lo hiciste saber pregonando con el ejemplo. A no esperar que sea mutuo. Entendiendo y aceptando que aunque uno de todo, también puede ser no. Y qué no. El no más grande de todos. Me hiciste la más debil del mundo, pero aprendí a hacerme fuerte. Me diste los mayores miedos, pero hoy no le temo a nada. Me hiciste odiarme de los pies a la cabeza, y hoy me amo, y me amo más que a vos. Sí, (más que a vos). Sobre todo, me hiciste crecer, a los golpes, a los llantos, pero en fin, crecer. Y cada día crezco más, y pareciera, que vos menos. Obvio que no sos consciente de todo lo que aprendí de vos, porque ni siquiera vos supiste aprender de mi, de mi evolución, o aunque sea, de vos mismo. Vos seguís ahí, en tu zona de confort, porque ni teniendo intenciones de hacerlo, podrías enseñarme todo lo que me enseñaste. Por que tus intenciones no son genuinas, y lo que más aprendí, es que todo se logra con el amor y la verdad. Y vos quizas, fuiste el amor más grande que sentí, y también el desamor. Quizás, fuiste la verdad más fuerte que viví, cuando todo esto fue una mentira. Y fue mi mentira favorita. Me armaste sin intención y me desarmaste con la delicadeza de un felino bebé. Y yo, supe rearmarme con la fuerza de un ejército. Por eso, gracias queda chico, porque me enseñaste mucho. Y ojalá, algún día te toque a vos, aprender solo. Siempre voy a estar en deuda, pero hoy, soy libre, te quiero libre y me quiero libre. Es una deuda no saldada, pero una deuda libre.