lunes, 11 de septiembre de 2017

Ella

Con la única que la gente es sincera. La única que, ni el más habilidoso, puede hacerla mentir. Ella jamás miente, jamás muestra estar de una manera que no está. Ella es tan transparente como lo que desecha. Es la única que si está triste se muestra rota, si está feliz brilla como el sol en su mejor puesta. Si está en otro lado, se muestra perdida. La única que expone realmente el estado de su alma. La única que habla más que cualquiera, sin decir ni una palabra. La que no necesita del habla para expresarse. La que no importa su color ni su tamaño, es hermosa. Ella, la que algunos no tienen la fortuna de tenerla físicamente, pero la tienen en su interior mejor que nadie. Es la misma que muchas veces no sabemos apreciar, no le ponemos atención. Es la que muestra tanto y la vemos tan poco. Es la incondicional, porque nos permite ver y prestarle atención a todo, menos a ella. Deberíamos empezar a pensar la importancia que tiene y empezar a entenderla. Entender que no es linda solo si esta detrás de unos ojos color verde, que va más allá de dos esferas con una textura rara. Que es mucho más profunda de lo que creemos, más intensa de lo que podemos imaginar, más transparente que el agua, más, más y más. Más importancia merece, ella. La mirada.