domingo, 17 de junio de 2018

Angel |

Podía ver en sus ojos que su esencia persistía, estaba ahí, escondida. Así son los ángeles, no pierden el fulgor.
Era un martes gris, con un clima que sucumbía los puntos más profundos de la depresión, si de personas inestables hablamos, pero para él no, para él, el dia tenía tanto color como un arcoiris, promovía la felicidad, despertaba una lluvia de emociones placenteras.
Claro, hoy él veía a Mac, quién podría ser mencionado como el estilista de sus alas, pero sería una explicación demasiado pobre y poco minuciosa sobre lo que significa Mac para él.
Basta con decir, que es Mac quien hace que sus alas queden pomporosas, grandes, blancas. También, es el autor intelectual de que él se destaque en lo que sea que haga. Porque así es, sus alas, no pasan desapercibidas en ningun lugar, ni siquiera, cuando el ángel tiene los hombros acalambrados de cargar el peso de ellas.
Podemos decir, que Mac es quien hace posible que sus alas crezcan, sean lindas, se destaquen y que él pueda volar.
Mac es su persona favorita. Él es un ángel y Mac su Dios.
Esperaba que sus alas estén estropeadas para ver venir a Mac. Lo hacía felíz.
En cuanto a Mac, era un gran ser que dejaba todo por las alas del ángel, mantener las alas era su único objetivo existencial. Aunque a veces, por ambicioso, por el deseo de conseguir que las alas queden llamativas, luminosas, pomporosas, excedía el peso que el angel podía, o estaba dispuesto, a cargar. Dificultaba su vuelo, sin tener un solo gramo de mala intención.
Esa tarde, ese martes, lluvioso y gris para los demás, colorido y feliz para el ángel, Mac iba a sacarle volumen de las alas. Eran las 16, tomó sus navajas y tijeras, y comenzó.
Habitualmente, era cauteloso, cuidadoso y delicado, su trabajo solía llevarle horas.
Ese martes, terminó su trabajo rondeando los 7 minutos, finalizando con un grito agónico que Mac parecía no oír.
Ese martes, pasó de ser colorido a lluvioso, de promover la felicidad, a rozar el gro, el punto más oscuro de la depresión.
Ese martes, Mac, su propio Dios, le había cortado las alas.